"Por seguir a alguien", diría años después, comenzó a estudiar marketing, luego comercio, administración, ingeniería en gestión de proyectos, y finalmente derecho. Lo que parecía un camino errático se transformó, con el tiempo, en una base multidisciplinaria sólida que le permitiría, más adelante, gestionar empresas, crear modelos financieros, redactar contratos y, eventualmente, diseñar soluciones estructurales complejas.